-¿Es Venezuela una caricatura?

-Tristemente. Lo peor es que es una caricatura que se repite desde tiempos del caudillismo. Si analizas lo que se decía en tiempos de Cipriano Castro, cierras los ojos y cambias los nombres, es tragicómica la similitud enfermiza.

-¿Un país destruido por malandros e ineptos?

-Es una caricatura en movimiento. Ellos son personajes caricaturescos vivientes.

-¿Son caricaturescas las regionales?

-Las elecciones, de por sí, son una caricatura pero burda.

-¿Qué plasmaría el domingo próximo?

-Que los venezolanos no merecemos una política tan devaluada; merecemos respeto, altura, no más intereses partidistas alejados del drama nacional.

-Escritor de literatura infantil, ¿una que se aproxime al régimen?

-Mi nuevo cuento, El gato glotón: la voracidad de este simpático personaje y su destino puede ser un símil a la codicia desbocada de aquellos quienes nos gobiernan.

-¿Y a la oposición?

-Hay algunas coincidencias en mis otros libros, siempre hay personajes traicioneros que describir, cierras los ojos y aparecen nítidos y, sorprendentemente, parecidos a los de carne y hueso.

-También escribe cuentos de terror, ¿una adaptación a la realidad venezolana?

-Desde hace meses tengo en mente una historia con características similares a nuestra situación: opresión, desesperanza y colaboracionismo de algunos quienes se oponen al régimen que nos gobierna; eso sí, enmarcada en un universo fantástico.

-Aparte del chavismo-madurismo, ¿otra fuente de inspiración?

-Me inspiran las injusticias, lo que afecta al pueblo, y el mundo es una copa rebosante de estas. También los personajes funestos que merecen recibir su picadura del aguijón del humor.

-¿Cáustico, irónico, sarcástico?

-Ese soy yo, sin duda.

-¿Cómo simboliza a la MUD?

-Como un personaje amorfo, carente de color, con el tricolor en la gorra y siempre agrietado, con partes faltantes de su cuerpo.

-¿Valen más sus caricaturas que el pago que recibe por ellas?

-Modestia aparte, creo que sí; pero también hay un compromiso país que hace olvidar ese drama, jejeje.

-¿Aspira a crear conciencia?

-Claro, mediante el humor es la mejor forma; es un ejercicio sano, aunque muchos no lo entiendan así.

-¿Cómo simbolizaría a la constituyente?

-Un frankenstein de desechos, de incongruencias, de mentiras.

-¿A la viveza criolla?

-Como una célula cancerígena de características idiotas. Mucha gente loa esta conducta, pero es parte de nuestro drama. Ahí comienza todo.

-¿Y a un San Nicolás del socialismo del siglo XXI?

-Con bigote y regalando miseria, muerte e ignorancia a aquellos que lo esperan, increíblemente, sin recibir nada que cambie su situación.

-¿Un grafismo para un sarao revolucionario?

-Depende de si es de enchufados o de borregos. ¡Hay una gran diferencia! No es lo mismo tener buenos cobres para comprar de todo que esperar la caja CLAP.

-¿Otro para la oposición?

-Su capacidad de hacerse de la vista gorda ante el clamor del pueblo que pide su mano y ellos solo hacen politiquería. ¡Son unos duros en eso!

-¿Se autocaricaturizaría?

-Claro, me encanta. A veces protagonizo caricaturas; finalmente también sufro la crisis.

-¿Se ríe de sí mismo?

-Siempre, es sano. No hacerlo sería ser político venezolano.

-¿Ha reído con el humor oficial?

-A veces hay que reír para no llorar. Pero ellos no hacen humor.

-¿Ha hecho llorar con sus imágenes?

-Lamentablemente sí, con varias.

-¿La caricatura soñada (o prohibida)?

-Si la describo me meten preso.

-¿Cómo torea la censura?

-Con inteligencia. La censura es sinónimo de barbarie, ignorancia.

-¿Un temor?

-Morir sin ver a Venezuela libre otra vez.

-¿Cómo lo caricaturizaría el oficialismo?

-No pueden hacer caricaturas, solamente fusilan contenido ajeno.

-¿El papel de las hormonas en una caricatura?

-Imagino que algoŠ no lo había pensado. Tengo que investigar.

-¿Qué tiene una caricaturista que no tenga un caricaturista?

-Dos ojos hermosos. Es broma, la agudeza y fuerza que caracteriza a la mujer venezolana.

-¿Una gracia convertida en morisqueta nacional?

-¡No SOS Venezuela! No se puede hacer el ridículo de ese tamaño creyendo que te la comes.

-¿El grafismo de una dictadura?

-Bestias salvajes alejadas de lo mejor de la naturaleza humana.

-¿Un revolucionario de historieta?

-El difunto. No por lo interesante, sino porque es necesario representar tanta estupidez, contradicción y maldad como advertencia a las futuras generaciones.

-¿Hay caricaturistas oficiales u oficiales que son una caricatura?

-Lo primero no existe, no hay humor legítimo arrodillado a un color político; lo segundo es una certeza.

-¿Llegará el humor venezolano al negro total?

-Ya estamos ahí.

-¿Ha plasmado algo positivo?

-Logros deportivos que abundan en el país.

-¿Un ícono positivo del régimen?

-Quien deja morir a su pueblo de hambre, sin medicinas o le roba la vida, ¿tendrá algo bueno?

-¿Qué fuera de usted sin Maduro?

-Un caricaturista de oposición al que esté de turno.

-¿Y él sin usted?

-La caricatura no cura la poca brillantez y falta de inteligencia. Así que no cambiaría mucho.

-¿Qué pasaría en Venezuela si la dictadura interviniese las caricaturas?

-Serán dibujitos sobre Narnia y la Isla de la fantasía.


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