Tres poemas de Robert Creeley (1926-2005)

supuestos

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¿Puedes recordar

distancias, olores

cuánta distancia del uno

al otro, pesebres

para las vacas,

los montecillos a los que saltabas,

las telarañas del césped,

tacto, gusto de específicos

donuts, galletas

lo que era una espinilla

y todas las maneras

en que la piel era un lugar?

Tacto, término, giro de un extraño destino.

¿Quién puede lanzar una pelota,

quién dibujar una cara,

quién sabe cómo?

**

el espejo

Ver es creer.

No importa lo que se dijera o creyera,

estas persistencias, inexorables muertes

hacen que la fe como tal se ausente,

nuestra condición humana cuestionable,

un asco de lo que somos.

No importa qué esperanza,

hela aquí perdida.

Porque codiciamos nuestra diferencia,

he aquí el precio.

**

ayuda

Quién dijo que no querías

mantener lo obtenido

y ayudarías al prójimo

a compartir el monto

lleno de cositas que acaparaste

tan solo al ser comprado

a tiempo por el complot

no te daría un centavo

enfermo o no

tienes que mantenerte bien

si quieres comprar tiempo

para tu parcela

donde podréis pasar el rato

cuando no estéis enfermos en cama

con la sangre derramada

huesos rotos y quebrados

ojos cegatos

oídos obturados

panza hinchada

viejo cabroncete

pero no hay nada que mantener

no hay que pagar a plazos

sin seguros divinamente

cuando planeas tu muerte

cuando no te importa esperar

si no te puedes levantar

y todos los demás

aún se ocupan de ganar dinero.

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