Epílogo de un caso de dopaje que quizás no existió

¿Qué quedó del desagradable episodio que protagonizaron Jesús Valdez, el Comité Antidopaje y la directiva de la LVBP?

La imagen del pelotero sufrió y eso no es justo. Toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario.

Ya ni siquiera el resultado del examen al que sometió esta semana será concluyente, porque algunos químicos desaparecen en pocas horas o días. Por eso es tan importante la realización de los despistajes por sorpresa, a fin de que los potenciales trasgresores no puedan sacar cuentas y planificar impunemente.

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El solo hecho de que estemos hablando de esto, estando Valdez libre de pruebas, es una consecuencia lamentable del mal manejo público que tuvo este caso. Una vez filtrada la noticia, era necesario que la principal autoridad de nuestro beisbol profesional tuviera una rápida y contundente reacción que protegiera a todas las partes, pidiendo tiempo a los medios y a la afición, y dejando en claro desde el inicio que acá había una diferencia de interpretación de la norma, pues tanto Magallanes como la comisión veían la regla de diferente modo y con toda legitimidad.

Aquí no importaban las antipatías del pasado, importaba la imagen del pasatiempo nacional.

La directiva liguera, cuya honestidad nos consta, también ha sido víctima de los señalamientos. Y hemos leído frases destempladas hacia nuestro beisbol. Es algo lamentable, porque, como hemos sostenido, la Política Antidopaje es una iniciativa de la LVBP, costeada por el circuito y apoyada por los clubes, cuya creación no era obligatoria, pero que crearon para mantener la limpieza del pasatiempo nacional y proteger la salud de sus protagonistas.

El comité saliente dejó planificados los controles de diciembre. Corresponderá a sus suplentes, ambos directivos de la liga, planificar y supervisar las tomas de postemporada. Eso es delicado. Es un período sensible, pues tradicionalmente aumenta el consumo de sustancias prohibidas por esos días.

Queda también en ellos la supervisión correcta del proceso. La historia nos dice que habrá cuatro o cinco positivos en esta zafra, porque los antecedentes nos hablan de seis por ciento de infractores por torneo. Este año serán menos de 100 exámenes, por una baja en el presupuesto.

El artículo 17° posiblemente será reescrito, para dejar lo más claro posible cuál será el procedimiento a seguir en futuros casos. Hemos sugerido que se puede redactar una norma que ordene la realización de despistajes a los líderes en jonrones, empujadas, average, efectividad, ponches y salvados a mitad de temporada y a final de campeonato, quitando subjetividad a las pruebas. Así como en el deporte mundial son evaluados los medallistas individuales, así puede hacerse aquí.

Nombrarán otro Comité Antidopaje para la campaña 2018-2019, es probable. Pase lo que pase, esperemos que la liga esté preparada para otro temblor. Siempre ocurre. En esos casos, el mejor control de daños es una comunicación rápida, directa y no confrontacional.

Y ya que muchos preguntan: sí, a José Vargas, a Jesús Montero y a varias otras estrellas también se les hizo un examen. El problema con el de Valdez fue que el artículo 17° se aplicó por primera vez, y faltó coordinación institucional para evitar que eso se convirtiera en un escándalo.

@IgnacioSerrano

www.elemergente.com

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