La ceremonia de entrega de los premios Grammy realizada este domingo entró en polémica por la presentación del rapero Kendrick Lamar, quien captó la atención del público en su introducción de apertura que incluyó un simulacro de tiroteo.

Lamar estaba llamado a ser uno de los artistas más destacados de los Grammy ya que acumulaba siete nominaciones, de los cuales acabó llevándose tres.

El rapero apareció en escena para interpretar junto a U2 la canción XXX, y a ellos se unió finalmente el comediante David Chappelle.

Lo que sorprendió a muchos fue que la escenografía y puesta en escena de la actuación de Kendrick Lamar incluyesen un simulacro de tiroteo en el que sus bailarines, vestidos de rojo, acababan tirados en el suelo.

Esta llamativa actuación comenzó con una enorme bandera americana proyectada a su espalda, los sonidos que simulaban disparos y que fueron derribando uno a uno a los bailarines.

Con información de La Vanguardia


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