En Dinamarca recibirán el 2018 con obras de Bernstein, Gershwin y Strauss. Las mismas serán interpretadas por la Orquesta Real de Dinamarca que por segunda vez estará dirigida por el venezolano Christian Vásquez en el tradicional concierto de fin de año que se realiza en Teatro Real de la Ópera de Copenhague. Serán dos presentaciones, una al mediodía y la otra al final de la tarde del domingo.

“Estoy muy contento de volver a Dinamarca para vivir una celebración en la que estuve en 2015 como director. En aquella oportunidad fui con mi mamá y mi hermana pequeña, quienes pudieron conocer la ciudad, además de apoyarme. Estar un 31 de diciembre fuera de tu país y solo, pega mucho. Esa vez tuve la dicha de tener a parte de mi familia conmigo. En esta ocasión también está previsto que me acompañen”, afirma el director que ya tiene en la agenda compromisos en enero y febrero con la Orquesta de Radio Noruega, la Sinfónica de Arnhem y la Sinfónica de Stavanger.

Recientemente se casó con una contrabajista de la Orquesta Sinfónica Teresa Carreño. “Puede entender los viajes y que tengo que estudiar mucho. Si no, ya me hubiese dejado (risas)”.

—Acaba de cumplir 11 años de carrera como director de orquesta y se ha convertido en uno de los más conocidos del Sistema. ¿Cómo se vive con esa responsabilidad?

—Comencé en 2006 a estudiar formalmente con el maestro José Antonio Abreu. Es un gran orgullo representar a Venezuela, al Sistema de Orquesta y poder mostrar lo que nos enseñó Abreu. Uno siempre debe estudiar y prepararse. A medida que se obtienen mayores compromisos, el conocimiento debe ser más amplio. Y como hay tantos niños que quieren ser directores, uno debe abrir un camino para ellos.

—¿Teme que los compromisos internacionales lo alejen del Sistema de Orquesta?

—¡No! Mi mánager siempre me consulta todo y yo le digo cuándo quiero estar en Venezuela. Han llegado invitaciones que he rechazado porque quiero estar en mi país y estar con mi Orquesta Teresa Carreño, con mi familia y los niños.

—En febrero de este año fueron los preparativos para Pataruco: concierto para maracas y orquesta.

—(Risas) Fue una experiencia muy bonita. Manuel Rangel envió un correo en el que me preguntaba si estábamos interesados. Como soy su admirador y siempre trato de ir a sus presentaciones, le respondí inmediatamente que sí. Le pedí que me enviara las partituras, me encantaron y pusimos fecha. Yo no sabía de la existencia de esa obra. Ensayamos con la Sinfónica Simón Bolívar como si fuera un concierto con violín, pero para los músicos no fue nada sencillo. Era cómico porque ellos estaban tan impresionados que les tenía que avisar en las prácticas que tenían que tocar. Veían cómo tocaba Manuel, notaban su virtuosismo. ¡Hasta yo me quedaba mirando!

—¿Cuál es la orquesta que sueña dirigir?

—Pues las filarmónicas de Berlín, Viena, Nueva York (Risas). Espero que en 15 años ya haya dirigido alguna de esas orquestas.

—Habla del apego que siente por los muchachos del Sistema, pero muchos se han ido a otros países. ¿Qué piensa de lo que está ocurriendo?

—Se van para experimentar cosas nuevas. Muchos viajan a Alemania porque quieren vivir eso. No es una cosa de ahora. Cuando yo estaba en la Simón Bolívar, varios de mis amigos se fueron, deseaban conocer otra cultura, otros idiomas. Claro, ahora por lo que vive el país se va un poquito más de gente. Pienso que van a volver a Venezuela a enseñar lo aprendido porque siempre ha pasado así.

—Muchos directores del Sistema no han manifestado públicamente sus opiniones políticas. Sin embargo, el 16 de julio, durante la consulta popular, subió a sus redes una foto en la que sale votando.

—Lo hice porque soy un ciudadano venezolano que tiene sus creencias, como todos. Tengo mis ideales, como los demás, y eso hay que respetarlo. Igual estoy acá trabajando por todos los niños, sin importar las tendencias políticas. Queremos lo mejor para el país y no seguimos el ejemplo de los políticos por el que cada quien busca lo que le conviene. El maestro Abreu nos enseñó a luchar por los niños y el país. Si podemos dar el ejemplo a través de la música, creo que la gente tomará conciencia.

—¿Cuáles son los principales retos del Sistema?

—Seguir enseñando, tocando y luchando por nuestros jóvenes. Como se ha ido tanta gente, en estos momentos de crisis hay que estar más unidos y trabajar más. Es preciso seguir buscando lo mejor para los jóvenes.

—¿Cómo llegó a dirigir estos conciertos en Dinamarca?

—Mi mánager se encarga de conseguir las presentaciones. También influye mi rol como director de la Orquesta Sinfónica de Stavanger, que suele invitar a músicos de países como Suecia o Dinamarca. Entonces, a quienes les gusta mi trabajo lo comentan con sus directores.

—¿Qué experiencias considera que han impulsado estas oportunidades?

—Todo el trabajo que he hice entre 2009 y 2015. El hecho de ser titular en la Sinfónica de Stavanger y haber sido director invitado de la Sinfónica de Gävle en Suecia. Además, está el recorrido por varios países que he hecho con la Sinfónica Teresa Carreño. Leen las críticas, ven los videos en las páginas.


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