El alemán Sebastian Vettel (Ferrari), que el pasado cedió el liderato del Mundial de Fórmula 1 al inglés Lewis Hamilton (Mercedes), ganador en Hockenheim, fue el más rápido en la jornada de entrenamientos libres para el Gran Premio de Hungría, por delante de los dos pilotos de Red Bull, el holandés Max Verstappen y el australiano Daniel Ricciardo.
Vettel cubrió, con neumáticos ultrablandos, los 4.381 metros de la pista húngara en un minuto, 16 segundos y 834 milésimas, 74 menos que Verstappen y con 227 sobre Ricciardo, en la segunda sesión, en la que se marcaron los mejores tiempos del día.
Y en la que Hamilton -líder del Mundial, con 188 puntos, 17 más que el alemán-, que al igual que su compañero finés Valtteri Bottas se diferenció del resto al marcar su tiempo con compuesto blando, fue quinto, a 753.
Hamilton le había devuelto el pasado domingo la afrenta deportiva a Vettel, victorioso dos semanas antes en Silverstone, ante la afición inglesa, al ganar el Gran Premio de Alemania, donde remontó desde el decimocuarto y aprovechó el error del alemán, que había arrancado primero y se salió de pista; en una prueba marcada por la lluvia en la que perdió triunfo claro y liderato en el certamen.
Este viernes, el inglés -que reanuda en Hungría la pugna con el germano por emular este año al argentino Juan Manuel Fangio, cuyas cinco coronas sólo mejora (con siete) el alemán Michael Schumacher- volvió a notar una presión que, según definió al llegar a Budapest, «es gigantesca, mucho mayor que el año pasado».
En la última prueba antes del parón vacacional, Vettel intentará darle la vuelta al certamen o, al menos, acortar distancias, en un Mundial que lidera Hamilton con 188 puntos, 17 más que él. Y por eso, y más aún con las ganas de dedicarle un triunfo al recién fallecido Sergio Marchionne, ex presidente de Ferrari, fue el más rápido, en la más lenta de las pistas permanentes, de exigencias parecidas a las de los circuitos urbanos.
Con sus respectivos escuderos, los fineses Kimi Raikkonen (Ferrari) y Bottas, tercero y cuarto en el Mundial; solo Red Bull podría aspirar, con un estratosférico final de año, a evitar otro título de Hamilton o de Vettel.