El español Jorge Lorenzo y su Ducati Desmosedici GP18 literalmente arrasaron a sus rivales en la tercera y última jornada de entrenamientos de pretemporada en el circuito malasio de Sepang, al conseguir el tiempo por vuelta más rápido nunca dado en este trazado.

Lorenzo marcó a unas dos horas del final de la jornada, en el ecuador de su participación y en la que completó 42 giros, un nuevo récord de 1:58.830 en su 21° vuelta, mejor incluso que el registro que en 2015 lograse su compatriota Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) con 1:58.867.

Entonces el distribuidor único de neumáticos no era Michelin, sino Bridgestone, que contaba con neumáticos más blandos de calificación, lo que daba un «plus» a los pilotos para «exprimir» al máximo el potencial de las motos durante dos o tres vueltas.

Lorenzo evidenció haber dado un paso más en su adaptación a la Desmosedici o, quizás, la moto se acerca ahora mucho más a las necesidades del triple campeón del mundo de MotoGP, y eso que antes de lograr su récord oficioso de la pista el de Palma de Mallorca se fue por los suelos en la última curva del trazado, sin consecuencias para su integridad física, pero obligado a regresar directamente a su taller para reparar los desperfectos.

En el momento del percance, el español rodaba en vuelta rápida durante un simulacro de carrera y no tardó mucho en regresar al asfalto para conseguir su espectacular registro. El récord oficial de vuelta más rápida al trazado malasio, no obstante, es de otro español, Dani Pedrosa (Repsol Honda RC 213 V), quien en 2015 rodó en 1:59.053.

La tercera y última jornada de entrenamientos en Sepang resultó muy intensa, con el objetivo en muchas de las escuderías y fabricantes de comprobar todo el material puesto a disposición de los pilotos para decidir el camino más apropiado en la evolución de las motos para la presente temporada.

Hasta 12 pilotos entraron en el mismo segundo, desde Lorenzo hasta el italiano Danilo Petrucci (Ducati Desmosedici GP18), quien cuenta con el español Fonsi González Nieto como «técnico de pista» y con novedades tan relevantes como la mejoría de rendimiento de dos pilotos que han cambiado sus Honda de la pasada temporada por sendas Ducati, el australiano Jack Miller -quinto- y el español Tito Rabat -undécimo-, o el también español Alex Rins, quien colocó la Suzuki GSX RR en la sexta plaza.

Es obvio que Ducati, con su ingeniero jefe Gigi Dall’Igna al frente, han hecho muy bien los deberes pues hasta cinco Ducati acabaron entre los once primeros lo que evidencia el positivo progreso en los trabajos realizados sobre la mecánica de Borgo Panigale, que ahora cuenta con un motor más suave y menos agresivo a pesar de tener mayor potencia.

Y, lo que es más importante, la rigidez del chasis no parece ser ya uno de los males de la moto, pues tal y como ha demostrado Jorge Lorenzo la Ducati Desmosedici tiene ahora un mejor paso por curva y parece que el siguiente punto a mejorar debe ser la salida de la curva para disponer siempre del máximo de tracción.

Con Lorenzo en la primera posición, lo que seguro que le motiva y mucho para el inicio de la temporada, la segunda Ducati Desmosedici fue la del italiano Andrea Dovizioso, cuarto, por delante de Jack Miller, y ya con Danilo Petrucci en la décima posición, diecinueve milésimas de segundo más rápido que Rabat.

El caso de Yamaha o los problemas del fabricante de Iwata eran distintos, pues su gran malestar el pasado año fue la inestabilidad en el tren delantero y el excesivo y rápido consumo del neumático trasero, puntos que parecen haber mejorado en este inicio de temporada, aunque ni el italiano Valentino Rossi ni el español Maverick Viñales consiguieron mejorar sus cronómetros del segundo día y acabaron octavo y decimoctavo, respectivamente.

En el cómputo global de los tres días, Maverick Viñales fue séptimo y Valentino Rossi noveno como los mejores pilotos de Yamaha, con el francés Johann Zarco décimo y resuelto, según todo parece indicar, a continuar la evolución del chasis del 2016.

Con Dani Pedrosa (Repsol Honda RC 213 V) en la segunda posición del tercer día y también en el global en las tres jornadas, puede parecer que el fabricante del Ala Dorada va por el buen camino, aunque no termina de convencer por completo a sus pilotos ya que el vigente y cuádruple campeón del mundo de MotoGP, Marc Márquez, se tuvo que conformar con la séptima posición en la tercera jornada y la octava en la general a medio segundo del hombre más rápido en Sepang, Jorge Lorenzo.

El resultado seguro que no es el esperado ni por Márquez ni por Pedrosa, aunque el circuito malasio de Sepang sea muy especial por sus características y apenas haya dos o tres pistas más que se le parezcan en todo el campeonato.

El trabajo con el motor parece haber ido por buen camino, mientras que todo hace indicar que necesitan seguir trabajando tanto en el chasis como en la aerodinámica y la electrónica pues si ayer ambos pilotos probaron el carenado denominado «hammerhead» o cabeza de martillo, en este último día Marc Márquez optó por los plásticos convencionales.

La fuerte caída que sufrió el segundo día el español Pol Espargaró (KTM RC 16) aconsejó descanso para el tercer y último día, aunque éste no se quiso perder el desarrollo de los entrenamientos y de su compañero de equipo, el británico Bradley Smith, y se le pudo ver por el circuito de Sepang, en donde su hermano Aleix, al manillar de la Aprilia RS-GP fue decimotercero, Álvaro bautista (Ducati Desmosedici GP17) decimoquinto y Maverick Viñales decimoctavo. 


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