La confrontación en la elección presidencial chilena ha empezado a recrudecerse antes incluso de que este domingo comience oficialmente la campaña de la segunda vuelta, que enfrenta a los candidatos Sebastián Piñera y Alejandro Guillier.

El agrio choque protagonizado esta semana por el ex presidente y el senador independiente no ha estado exento de descalificaciones personales.

“Piñera siempre está diciendo tonterías, es deprimente el espectáculo que está dando (…) ¿puede uno confiar en alguien que no tiene estabilidad emocional”, se preguntaba días atrás el candidato oficialista.

El reproche provocó la reacción de la ex primera dama, Cecilia Morel, quien salió a defender a su marido con un mensaje en la red social Twitter pidiéndole “respeto” a Guillier.

“Me duele su ataque tan personal y descalificatorio contra Sebastián (…), la búsqueda de votos tiene que tener un límite y usted lo sobrepasó”, afirmó Morel, quien acompaña a su esposo en todos los actos de campaña.

Pero lo cierto es que el propio Piñera se había encargado días antes de agitar las aguas al comparar de forma despectiva al abanderado de la centroizquierda con Nicolás Maduro.

“Alejandro Guillier está cada día más violento, más demagogo, más populista, más errático y se parece cada día más a Nicolás Maduro”, afirmó el abanderado de Chile Vamos, para quien “algunos, con tal de aferrarse al poder y a sus prebendas, están dispuestos a hacer cualquier cosa”.

Además de tildar al candidato oficialista de “demagogo e irresponsable”, el ex gobernante acusó a la coalición gobernante Nueva Mayoría de emprender una “campaña del terror” en su contra.

Y ello por las advertencias hechas por dirigentes oficialistas en el sentido de que si Piñera vuelve al poder, dará marcha a atrás en la gratuidad de la educación, despedirá a miles de empleados públicos y suprimirá programas sociales.

El ex gobernante apunto hacia La Moneda y la propia presidenta Michelle Bachelet en sus denuncias de intervencionismo mediante “una campaña organizada” que está usando todo el aparato del sector público.

“Se está haciendo un uso abusivo del Estado para influir en la campaña electoral”, afirmó.

Bachelet negó que el Gobierno se estuviera inmiscuyendo y aseguró que lo único que ha hecho ha sido “defender ideas” y los logros alcanzados durante su mandato.

Según los analistas políticos, la campaña de la segunda vuelta ha adquirido niveles de tensión y agresividad poco comunes porque ahora se enfrentan solamente dos candidatos, que además están a muy corta distancia uno de otro.

Pero no es esta la primera vez que se produce un enfrentamiento abierto entre los dos finalistas en la carrera presidencial.

Algo parecido sucedió en enero del año 2000, durante la segunda vuelta de la elección presidencial en la que el socialista Ricardo Lagos acabaría imponiéndose al derechista Joaquín Lavín por un estrecho resultado (51,3 % frente a 48,7 %).

Al igual que ahora, ocho años atrás hubo denuncias de chantaje electoral por ambos bandos, advertencias de empresarios sobre los peligros para la economía si ganaba la izquierda y quejas de que altos cargos del Gobierno se inmiscuían en la contienda para favorecer al candidato oficialista.

La tensión acumulada en esta larga campaña presidencial chilena, que arrancó con las primarias celebradas en julio pasado, sin embargo ha dado paso en las últimas horas a señales de reconciliación.

Este viernes, Alejandro Guillier envió un inesperado y afectuoso mensaje a Sebastián Piñera felicitándole por su cumpleaños.

“A pesar de nuestras miradas diferentes del Chile que queremos, la cordialidad merece estar presente siempre en la política y la sociedad. Un abrazo”, le escribió por Twitter.

“Gracias Alejandro por el saludo de cumpleaños”, le contestó Piñera. “En la vida y en la política debe primar siempre la nobleza y el respeto. Somos contendientes, no enemigos”, publicó el candidato de Chile Vamos, quien no evitó la ocasión para hacer una broma.

“Un abrazo cariñoso y que te vaya bien en todo menos en una cosa”, añadió en alusión implícita a la elección presidencial.

Y como señal definitiva de esta aparente reconciliación, ambos candidatos, acompañados de sus respectivas esposas, se sentaron juntos hace dos días en el inicio oficial de la Teletón 2017.

Esta campaña solidaria, que busca recaudar fondos para la rehabilitación de niños con deficiencias motrices y que por primera vez se celebra en un año en el que hay elecciones, tenía en esta edición un lema que tal vez caló en el ánimo de ambos candidatos: “El abrazo de todos”.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!