Venezolanos llaman a la «revolución del pernil»

Cientos de venezolanos protestaron en Caracas por no haber recibido del gobierno un pernil de cerdo, plato principal en la comida de Navidad y Año Nuevo, cuya escasez se la atribuyó el presidente Nicolás Maduro a un sabotaje internacional en el que ahora involucra a Colombia.

Las protestas y saqueos se registran en las populares barriadas de Antímano y La Vega –oeste de Caracas–, reportaron medios de comunicación locales. Efectivos de la Guardia Nacional, con equipos antimotines, vigilaban las movilizaciones. Fotos de vías bloqueadas y bolsas de basura quemadas fueron difundidas en redes sociales, donde varios usuarios ironizaron llamando las protestas ‘revolución del pernil’.

Otras protestas menores se han registrado en los últimos días en Caracas y otras ciudades por la ausencia de la carne de cerdo prometida por el gobierno para las fiestas navideñas, a través de un sistema de venta a precios subsidiados en zonas populares. 

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Maduro se refirió hace unos días a esta situación en un acto transmitido en cadena de radio y televisión. “¿Qué pasó con el pernil? Nos sabotearon. Puedo decirlo de un país: Portugal”, aseguró. Agregó que su gobierno compró “todo el pernil que había en Venezuela”, además de ordenar la importación de más piezas desde Portugal.

“Pero nos persiguieron las cuentas bancarias, nos persiguieron los dos barcos gigantes que venían”, agregó.

“Los portugueses se comprometieron, los asustaron los gringos y no mandaron los perniles”, expresó por su lado Diosdado Cabello, número dos del chavismo, en su programa en la televisora estatal VTV.

Desde Portugal, la respuesta no se hizo esperar. La empresa agroalimentaria portuguesa Raporal reveló que el gobierno venezolano debe 40 millones de euros a varias firmas lusas por un cargamento de jamones navideños enviado en 2016 y dijo que desconoce que exista un sabotaje de Portugal sobre las exportaciones de este producto a Venezuela.

En un comunicado del que se hacen eco medios locales, la compañía explica que el gobierno venezolano compró 14.000 toneladas de carne en 2016 por 63,5 millones de euros a un grupo de empresas portuguesas, entre ellas la propia Raporal, de los cuales todavía debe 40 millones. 

El ministro portugués de Exteriores, Augusto Santos Silva, negó cualquier responsabilidad de su gobierno en el asunto, en una entrevista a la emisora lusa TSF, y afirmó que el Ejecutivo “no tiene, con seguridad, ese poder de sabotear pernil”, sino que las exportaciones son competencia de las empresas.

Este jueves en la noche, el ministro de Agricultura Urbana, Freddy Bernal, dijo que 2.200 toneladas de pernil están retenidos en Colombia y señaló que “el saboteo no sólo es” de Estados Unidos “al congelarle las cuentas a los que les venden comida al país”.

“Ahora el gobierno colombiano desde hace siete días mantiene retenido los perniles en la frontera de Paraguachón” (entre la Guajira y el estado Zulia), agregó.

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