Doping, corrupción y fútbol: las deudas de Rusia antes de su Mundial

El primer Mundial que organizará Rusia debería ser un espectáculo brillante. El país, orgulloso siempre de sus deportistas, lleva trabajando muchos años en el certamen, pero tiene algunas cuentas pendientes cuando quedan seis meses para su inauguración.

El Palacio del Kremlin, sede del gobierno de Vladimir Putin , albergará este viernes el sorteo de los grupos del Mundial. Será el inicio de la cuenta atrás para el certamen, que se disputará del 14 de junio al 15 de julio.

A continuación, un vistazo a esos asuntos que Rusia tiene el «debe»:

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DOPING: Tras un reportaje emitido en 2014 por la cadena alemana ARD, la Agencia Mundial Antidoping encargó un exhaustivo informe a Richard McLaren. Según las investigaciones, Rusia organizó una red de dopaje de Estado para mejorar los resultados de sus deportistas. Las principales acusaciones son contra los deportes invernales y el atletismo, pero también hay sospechas sobre la selección de fútbol que participó en el Mundial de Brasil 2014.

Según informó el domingo el diario británico «The Daily Mail», el ex director del laboratorio antidoping de Moscú Grigori Rodchenkov, exiliado en Estados Unidos por las revelaciones que hizo, cuenta con pruebas de que decenas de futbolistas se vieron involucrados en el doping de Estado en Rusia.

El Kremlin siempre aseguró que las acusaciones forman parte de una campaña de Occidente para difamar a los deportistas rusos. «Es una tendencia culpar solo a Rusia», dijo recientemente Vitali Mutko, jefe del fútbol ruso y viceprimer ministro de Vladimir Putin.

Mutko, que también es el jefe del comité organizador de Rusia 2018, se refirió específicamente sobre las acusaciones contra la selección de fútbol, eliminada en la primera fase del Mundial 2014 y de la Eurocopa 2016. «Si así jugamos con doping, imagínese cómo seríamos sin doping», comentó con ironía.

CORRUPCIÓN: Según la información oficial del Gobierno, se invirtieron 678.000 millones de rublos (cerca de 12.000 millones de dólares) en la construcción de estadios, carreteras y hoteles. De acuerdo a expertos, los costos se han incrementado entre el doble y el triple de lo previsto. Pero las sospechas no quedan ahí no se quedan ahí. Muchos críticos temen que una considerables parte de ese dinero fue a parar al bolsillo de personas privadas en operaciones que califican de opacas.

El mejor ejemplo del debate sobre la corrupción en el Mundial es el nuevo estadio de San Petersburgo. Los elevados costes y los continuos retrasos se tradujeron en titulares negativos para el Zenit Arena.

El ex vicegobernador de la ciudad Marat Oganessian reconoció que malversó 50 millones de rublos (unos 850.000 dólares) y podría enfrentarse a una pena de hasta diez años de prisión. Ese dinero iba a destinarse a una pantalla gigante en el estadio.

OBRAS: Cuando quedan poco menos de 200 días para el puntapié inicial, en muchas sedes todavía se trabaja a destajo para poder acabar las instalaciones. Algunos estadios no están terminados y el tiempo se agota. La principal preocupación es Samara. «Tenemos retrasos importantes en la construcción de muchos estadios, sobre todo en Samara», señaló al periódico «Sport-Express» el senador Andrei Kutepov, encargado de los preparativos para el Mundial.

«No hay motivo para preocuparse», opina por su parte Mutjo. «En general la situación está bajo control».

HOOLIGANS: Las imágenes de cientos de ultras rusos pegándose con los hooligans ingleses en la Eurocopa de Francia 2016 dieron la vuelta al mundo. El Mundial 2018 quiere evitar a toda costa esa imagen y prohibirá la entrada a los estadios a todos los aficionados que se vieron involucrados en aquellos incidentes. El Ministerio del Interior maneja una lista negra de más de 380 hinchas violentos. De momento, Rusia evitó problemas con los hooligans en la Copa Confederaciones, el ensayo previo al Mundial.

«SBORNAYA»: Aunque el Mundial sea exitoso desde el punto de vista organizativo, todo apunta a un desastre futbolístico de Rusia. La «Sbornaya» es la selección clasificada con peor ranking mundial, y de los últimos 14 torneos, entre Mundiales y Eurocopas, sólo superó la fase de grupos en dos ocasiones. «Ante la falta de estrellas, Rusia necesita luchar de forma colectiva, necesita un seleccionador que aplique una buena táctica. Además, necesita suerte en el sorteo y necesita tener a los hinchas detrás hasta el último segundo», analizó hoy Marcel Desailly, campeón del mundo con Francia en 1998.

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