A mediados de 2013, los padres de Alejandro Marqués habían tomado la decisión de unirse a la diáspora venezolana en territorio español. Era lógico. La situación de Venezuela los obligaba a pensar en un mejor futuro para sus hijos.
Meses más tarde ya sabían cuál sería su destino y en agosto se trasladaron a Barcelona, con el objetivo de tener un mejor porvenir.
En su llegada a la nación ibérica, comenzó a jugar en el RCD Espanyol, equipo en el cual estuvo durante una temporada. Al año siguiente (2014-15) fue al Unión de Futbol Base Jabac i Terrassa. Allí se mantuvo durante tres campañas y en cada una de ellas fue el líder goleador del equipo. No solo llamó la atención del FC Barcelona sino también de la selección catalana.
Y llegó a la institución azulgrana, donde ha marcado tres tantos en los tres encuentros que he disputado. «Tuve un contacto en la campaña 201617 y luego de esperar varias semanas por mi fichaje, pude debutar. Incluso, he podido entrenar con el segundo equipo. La experiencia de formar parte de la cantera del FC Barcelona es algo indescriptible», expuso.
«Una vez que identificaron la zona donde se conjugaban las mayores oportunidades para mi hermana (quien buscaba un lugar que le permitiera estudiar la carrera que deseaba) y para mí, decidieron mudar nuestra residencia», comentó Alejandro Marqués a El Nacional .Adaptarse a un nuevo lugar es una tarea difícil para cualquier persona. Sin embargo, el ímpetu pudo más que otra cosa. «Al principio me resultó muy duro y complicado porque las costumbres, el idioma, pensum académico y hasta el fútbol eran diferentes a lo que estaba acostumbrado en mi país. Pero con dedicación y con ganas logré acoplarme», apuntó.