Decenas de ultranacionalistas fueron detenidos en Moscú durante la llamada Marcha Rusa que coincidió con la fiesta nacional del Día de la Unidad del Pueblo, marcada este año por el centenario de la Revolución Bolchevique de 1917.
Activistas ultraconservadores y xenófobos marchan hace ya mucho tiempo por la capital cada 4 de noviembre para exigir, entre otras cosas, una “Rusia para los rusos”, pero decidieron suspender el acto después de que la policía registró los domicilios de algunos de sus líderes.
El motivo oficial de la suspensión fue que se les prohibió portar carteles durante el acto que, según la emisora Eco de Moscú, logró reunir a aproximadamente 2.000 personas en el periférico barrio de Liublinó, antes de ser cancelada.
Pese a todo, la policía detuvo a decenas de activistas que habían acudido a la convocatoria.