¿Quiénes mantienen apto el terreno para Leones y Tiburones?

Cuando se habla de héroes en el deporte nacional, los aficionados recuerdan aquel equipo que popularizó la pelota el 22 de octubre de 1941, cuando la Selección de Venezuela ganó el Mundial de Beisbol Amateur en La Habana. Sin embargo, otros héroes han pasado desapercibidos a lo largo de la historia, esos que se encargan del mantenimiento del terreno. 

Para Wilbert Palacios, jefe de mantenimiento del Estadio Universitario desde hace cinco años, preservar la limpieza va más allá de una recompensa económica. Se trata de la pasión que genera un deporte como el beisbol y las experiencias que ha tenido al estar cerca de los jugadores y del cuerpo técnico. 

“Somos 15 personas en el grupo de trabajo. Desde septiembre, que comienzan las prácticas de los peloteros, nosotros les sacamos las cosas, los corotos y tratamos de tenerles el terreno listo a tiempo para que ellos se vayan acostumbrando”, comentó Palacios mientras se alistaba para regar la grama.

Publicidad
Publicidad

Un allegado de Palacios dijo que el momento más divertido es cuando toca levantar y colocar la lona en varias ocasiones, debido a las constantes lluvias que registra el país durante los últimos meses del año.

“Recuerdo que un Caracas-La Guaira se acabó como a las 2:00 am: nos llovió tres veces esa vez”, indicó el asistente del campo en medio de risas.

Otros ayudantes reconocieron que la crisis económica que golpea al país les ha quitado algunos beneficios. En campañas anteriores los empleados tenían almuerzo y cena durante la jornada y hasta los llegaron a recompensar con cajas de cerveza en algunos fines de semana. Actualmente, ganan Bs 17.000 por partido y ocasionalmente reciben ayuda de algunos jugadores. 

“No debería ser así porque nosotros somos los que mantenemos esto aquí para que se pueda dar el juego. Si nosotros no estamos aquí, ¿quién va a mantener esto?”, comentó uno de los trabajadores para el equipo de El Nacional Web, quien, a pesar de las limitaciones, reconoció que el hecho de ser testigo de tantas experiencias y anécdotas dentro del campo no lo cambia por nada.

Adiós a “El Comedulce”

La experiencia más memorable para Wilbert Palacios fue el día en que se retiró Bob Abreu, estrella de los Leones del Caracas, en la ronda regular de la temporada 2014-2015.

El ex grandeliga se despidió del campo de juego el 28 de diciembre de 2014 en medio de nostalgia, abrazos de sus compañeros y ante la ovación de los fieles seguidores del conjunto felino. Los Bravos de Margarita tuvieron el privilegio de ser los últimos rivales de Abreu en la LVBP. 

“Es una anécdota importante porque pusimos el terreno demasiado bello. Le pusimos el número 53 de Abreu detrás de segunda, en los lados de los prevenidos. Fue una de las mejores experiencias”, agregó Wilbert.

El día a día de los empleados en el estadio puede variar según el rival que le toque al Caracas. Encuentros contra equipos como Tiburones y Magallanes requieren de mayor logística, debido a que crece la asistencia de fanáticos y de los medios de comunicación. 

Para Palacios trabajar cerca de peloteros profesionales le ha servido de aprendizaje para impartir clases a jóvenes que aspiran desarrollarse en el deporte rey de Venezuela. Comparte sus enseñanzas a niños y adolescentes de los Valles del Tuy, estado Miranda, cuando no hay temporada.

“Yo juego softball y me gusta estar cerca de los peloteros para saber cómo se sienten bateando y yo seguir aprendiendo un poco más también”, relató. 

Fanáticos contra jugadores

Las recientes discusiones entre fanáticos y peloteros en los últimos días han generado reacciones dentro y fuera del campo. Sin embargo, para algunos trabajadores del terreno las malas actitudes de algunos aficionados siempre serán parte de ello.

“Eso nunca va a cambiar. Al fanático siempre le gusta que el pelotero pegue un hit, pegue jonrón, eso va a seguir siendo así”, concluyó Palacios mientras regaba la grama una hora antes del choque entre los Leones del Caracas y Cardenales de Lara.

Último minuto