Caso Esquivel: claves de un trago amargo para el fútbol nacional

Una sola voz de mando se escuchó durante 28 años en el seno de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) hasta 2015: la de Rafael Esquivel, desterrado de por vida de toda actividad relacionada con el fútbol tras declararse culpable de varios cargos en el caso de corrupción en la FIFA, conocido como FIFA Gate.

La FVF, ahora presidida por Laureano González para el periodo de 2017 hasta 2021, quedó en el ojo del huracán desde el momento en que su máximo jerarca fue enjuiciado por corrupción junto con otros miembros del máximo organismo del balompié mundial. Pero en el fútbol, como en la vida misma, todo sale a la luz.

Aun así, Esquivel tiene la posibilidad de apelar la sentencia e involucrarse en el mundo del deporte rey, siempre y cuando sean entidades que no tengan ningún tipo de relación con la FVF o la FIFA.

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“La solicitud iría a la Comisión de Apelación de la FIFA. Dentro de esa comisión está Laureano González, quien en algún momento fue rival de Esquivel, luego se hicieron muy amigos y llegó a estar en la vicepresidencia de la federación”, declaró Antonio Quintero, abogado en derecho internacional del deporte, en exclusiva a El Nacional Web.

En caso de que el asunto sea llevado a la Comisión de Apelación, Esquivel puede apelar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo para reducir la sanción. Sin embargo, es complicado que se abra un nuevo procedimiento legal, pues el ex dirigente terminó entregándose a la justicia, explicó el abogado.

“Es interesantísimo que, ahora que Rafael y Laureano no se hablan, este último está en el órgano que va a decidir la apelación. Laureano no formaría parte del panel que va a tomar la decisión, porque lo tiene que tomar otra confederación, aunque podría influenciar en la decisión final”, argumentó.

Rafael Esquivel junto con Laureano González | Conmebol

Detención en Suiza

El origen del proceso legal se dio en mayo de 2015, cuando el ex directivo fue detenido por el FBI en Zurich, Suiza, tras aceptar sobornos de millones de dólares en relación con derechos televisivos y transmisión de distintas ediciones de la Copa América.

“La clave para que saliera a la luz pública el caso es básicamente la investigación hecha en Estados Unidos. Detectaron que Esquivel tenía allí una serie de propiedades, las cuales conectaron con el dinero recibido en sus cuentas con sobornos por ofertar derechos de televisión a determinadas personas”, dijo Quintero.

Luego de la aprehensión, el presidente Nicolás Maduro informó, en junio de 2015, que el Ministerio Público abrió una investigación integral sobre las gestiones de la FVF. El mandatario exigió en ese entonces, durante la 31° edición del programa En Contacto con Maduro, un “proceso de cambio profundo” dentro de la misma.

Comentó que las instituciones deben ser manejadas por los jugadores, no por “cuatro burócratas” que viven de los contratos y de la corrupción. “Las federaciones de fútbol deben estar al servicio del deporte y, de esta manera, se van acabando los modelos de esclavitud y explotación a los futbolistas a todo nivel”, consideró.

Quintero explicó que la situación, a estas alturas, no perjudica legalmente a la FVF, puesto que Esquivel ya no forma parte del fútbol venezolano. Además, la suspensión de parte de la FIFA llegó tarde, puesto que los comicios dentro del organismo rector del balompié nacional se llevaron a cabo en 2017.

“La situación afecta más que todo a la imagen de la federación y a las personas que trabajaron con Esquivel, quienes ahora la presiden. La imagen de ellos es la que es cuestionable. Es difícil saber si alguien está cometiendo actos de corrupción o no, habiendo estado con él prácticamente un montón de años”, agregó.

La fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, anunció en su momento que las cuentas bancarias del que también fue vicepresidente de la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol) terminaron congeladas por presunta legitimación de capitales.

“Fueron detectados bienes al igual que algunas propiedades. Hasta los momentos, estamos esperando los resultados de las investigaciones para saber si dichos bienes tienen que ver con irregularidades”, señaló la fiscal en su programa Justicia y Valorespor el Circuito Unión Radio.

Se declaró “no culpable”

Fraude, blanqueo de capital y chantaje fueron los cargos con los que la justicia estadounidense imputó a Esquivel, quien se declaró “no culpable” en marzo de 2015 ante un tribunal de Brooklyn, Nueva York.

El nacido en Tenerife, España, pidió ser juzgado en Venezuela. No obstante, pese a que en un principio se había negado, fue extraditado a Estados Unidos en febrero de 2016. Se le concedió libertad provisional en marzo de ese año bajo una fianza de 7 millones de dólares (2 millones en efectivo), en la que sus hijos actuaron como fiadores.

Rafael Esquivel escoltado por su hijo en la Corte Federal Este de Nueva York | Getty Images  

Las condiciones del arresto domiciliario le ordenaban permanecer en el área de Nueva York y Florida con un brazalete electrónico, mientras era vigilado de manera constante durante las 24 horas del día.

Ortega Díaz notificó durante la presentación de su informe de gestión de 2015, en la Asamblea Nacional, que el Ministerio Público no había solicitado la extradición del ex presidente de la FVF: “No la vamos a solicitar”.

“En teoría, el Ministerio Público investigó varias veces, retuvo propiedades de Esquivel, pero no encontró delitos hechos en Venezuela para solicitar la extradición (…) Este tema no le podría convenir al gobierno nacional por la información que tiene Esquivel sobre el mismo. Sin embargo, también le podría convenir porque ahora el gobierno forma parte de la FVF”, apuntó el jurista.

Responsable de varios delitos

En noviembre de 2016, el otrora vicepresidente de la Conmebol se entregó a la justicia por siete delitos: asociación para delinquir, tres cargos por operaciones bancarias ilegales y otros tres por lavado de dinero en sobornos aceptados por contratos de derechos televisivos y de márquetin.

En total, 42 ex cabecillas, compañías y empresarios fueron señalados de solicitar y llenar sus bolsillos en esquemas de sobornos por más de 200 millones de dólares. Entre ellos están Juan Ángel Napout, ex presidente de la Conmebol; Manuel Burga, ex presidente de la Federación Peruana de Fútbol; y José María Marí, ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol.

“Imagino que Esquivel se declaró culpable porque le estaban ofreciendo un trato y a cambio el debió haber dado información y declarar contra algunas personas. Por ejemplo, Juan Ángel Napout no se declaró culpable”, comentó el abogado.

La corte del Distrito Este de Nueva York comunicó que Esquivel usó su influencia como jerarca para alimentar sus arcas de millones de dólares en «sobornos de“co-conspiradores”, que transferían los pagos desde cuentas bancarias en el extranjero a cuentas manejadas por él en bancos de EE UU.

Dólares y más dólares

Hace unos días, se difundió por medio de la periodista Maibort Petit que Esquivel cobró 2 millones de dólares por derechos de transmisión de la Copa América de 2013, realizada en Argentina, y un bono de 750.000 dólares por su voto en el Comité Ejecutivo de la FIFA en 2010, que le dio a Qatar la sede para la Copa del Mundo de 2022.

En lo que fue la tercera semana del juicio sobre el caso FIFA Gate, un testigo de la fiscalía del Distrito Este afirmó que la empresa Datisa pagó las coimas al ex presidente de la FVF y a los directivos de la Conmebol involucrados en lo ocurrido.

El declarante reveló al tribunal de Brooklyn que, como método para esconder los pagos ilícitos, sus superiores le ordenaron que ubicara a los ex directivos de la Conmebol con marcas de carros. Esquivel aparecía en la lista como Mercedes Benz.

“Pudiera ser que Esquivel dio información, porque igual los tratos siempre se los ofrecen a los de abajo, para que vendan a los de arriba. Esquivel, al ser primer vicepresidente de la Conmebol en el momento que es apresado, al único que podía delatar era a Napout y a personas relacionadas con el Estado venezolano”, argumentó Quintero.

Criticado por los fanáticos, pero avalado por los resultados de la Vinotinto, hubo una evolución para bien o para mal dentro del balompié criollo bajo el mandato de Rafael Esquivel. Uno de sus aciertos fue la construcción del Centro Nacional de Alto Rendimiento en el estado Nueva Esparta en 2013. Sin embargo, su nombre quedó manchado para la posteridad al violar la normativa interna de la FIFA. 

«La lección de todo esto para quienes dirigen el fútbol nacional es que no importa cuán grande seas, no importa cuán fuerte seas, siempre alguien te puede tumbar», sentenció el abogado.

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