Ahora con Antonio en libertad, se abre un nuevo camino para continuar luchando por el restablecimiento del sistema democrático y la plena vigencia de los poderes y las instituciones en nuestro país. Se aviva la esperanza de nuestra indeclinable decisión de intensificar esa labor por la libertad de Venezuela. Desde el exilio va a seguir trabajando con denuedo en la búsqueda de esa ansiada libertad. La lucha prosigue adelante con mayor fortaleza y no podemos permitir que la desesperanza se apodere de nosotros.

Confieso que yo desconocía esta situación, y ahora me encuentro emocionada y sorprendida. Nunca me ha consultado sus pasos políticos y eso se lo he respetado. Su decisión siempre va a ser en aras de continuar trabajando por la recuperación del país y el logro de una verdadera Unidad. Se estaban cumpliendo 1.004 días de su arbitraria detención. Fue el 19 de febrero de 2015 cuando efectivos del Sebin encapuchados y fuertemente armados procedieron a su secuestro, violentando las oficinas de la Torre Exa. Ninguna de las infundadas acusaciones del gobierno en su contra pudo ser comprobada.

Omar Estacio, del equipo de defensores de Antonio, corroboró la anterior afirmación cuando expresó que técnicamente estaba secuestrado. El grupo de trabajo de la ONU que analizó este proceso determinó hace año y medio que su caso constituía una detención arbitraria, y que el Estado estaba en la obligación de ponerlo en libertad. Este requerimiento fue desoído por el gobierno, al extremo de que la defensa consignó la opinión en referencia ante diferentes instancias, tales como el TSJ, la Fiscalía General de la República, la Defensoría del Pueblo, tribunales del caso, y jamás se recibió respuesta. Los presos políticos no pueden seguir convirtiéndose en rehenes de una narcodictadura que utiliza la violencia contra las instituciones.

Antonio ha expresado que desde el exilio va a contribuir a ser una extensión de la esperanza de aquellos compatriotas que mantienen muy en alto su patrimonio moral. “Venezuela está sumergida en un abismo, está viviendo en un colapso. El país está siendo víctima de un régimen opresor y contra eso estamos luchando. Los presos políticos de conciencia no se fugan. Se liberan a sí mismos”. No quiso ser rehén de una dictadura que lo utilice para pretender doblegar a la oposición. Ahora es cuando hay más valor, dignidad y determinación, porque el pueblo no permite que se juegue con su conciencia.

El camino que se nos presenta es difícil y tortuoso. Sin embargo, nos animan la fe, la esperanza y la férrea voluntad de lucha. Vaya nuestro agradecimiento a todo el pueblo por el valioso apoyo y palabras de estímulo y aliento, así como también su solidaridad en esta nueva etapa de lucha emprendida por Antonio, quien ahora se convierte en un peregrino por la libertad.


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