En un país que ante tantos problemas tiene una memoria corta, aún los gobiernos de la democracia social son recordados por la mayoría de los zulianos por su eficiencia en obras y por su permanente contacto con el pueblo; nadie puede negar que son referencias de buenas gestiones.

La democracia social es un concepto que nació a partir de la labor de Manuel Rosales en la Alcaldía de Maracaibo y luego en la Gobernación del Zulia. Luego se convirtió en la base fundamental del accionar político y de gestión de Un Nuevo Tiempo.

Es inocultable la obra que en beneficio del Zulia y los zulianos dejó la democracia social. Ni la pintura, ni el abandono de la actual gestión han podido borrar del imaginario popular las escuelas, los ambulatorios, la vialidad, la atención en salud, las becas JEL y el oportuno interés por los problemas de los ciudadanos.

Es imposible que los zulianos olviden que el proyecto de la gran autopista de occidente Lara-Zulia nació y avanzó 35 kilómetros en la democracia social y que el socialismo lleva a paso de tortuga. Tampoco olvidan el magnífico Paseo de la Virgen en honor a nuestra santa patrona.

Mucho menos se puede ocultar la ampliación de la Machiques-Colón, la biblioteca pública del estado, la villa deportiva “Arquímedes Herrera”, las más de 1.000 escuelas nuevas o recuperadas, los teatros de Mara y Santa Bárbara, los hospitales modernizados y los ambulatorios nuevos o reconstruidos, además del eficiente sistema de salud totalmente gratuito. Son tantas las obras de la democracia social, que aún están en la mente y en el corazón de los zulianos.

La democracia social está de regreso. Estamos trabajando para recuperar la Gobernación del Zulia y así rescatar el accionar de un Ejecutivo regional que en los últimos años se perdió en medio de sus ofertas engañosas y por la incapacidad para entender y atender al pueblo.

El Zulia está abandonado. La actual gestión en la gobernación es un desastre que no supo, a pesar de los cuantiosos recursos que manejó, resolver los problemas de las comunidades. Ni siquiera estaba en la calle. Fue un período de encierro y de burla al pueblo.

No fueron capaces de atender el grave problema de la inseguridad, a pesar de contar con todos los cuerpos policiales a su cargo. El fracaso es inocultable y los zulianos sabrán castigar tanta ineficiencia y deshonestidad. Hay una decepción colectiva que se expresará en las elecciones regionales.

La democracia social es la mejor opción para el Zulia. No se trata de palabras vacías o de un eslogan de campaña, es la verdad que se palpa en las obras que transformaron al estado y lo convirtieron en una referencia de buen gobierno. Este 10 de septiembre comienza el rescate del Zulia.


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