Desde hace ya bastante tiempo hemos venido escuchando la expresión “hasta que no se toque fondo, no saldremos de esta situación”, por supuesto que esto se refiere a la insufrible situación de Venezuela.

¿Dónde está ese fulano fondo?, hemos visto y sido testigos de la destrucción de un país y esto se dice o escribe con bastante facilidad; pero, señores, es un país, una nación, un Estado y ¿es que no acabamos de ver la magnitud de la tragedia que aún pensamos que no hemos tocado fondo? Hoy día mueren de mengua por hambre y falta de medicamentos muchas personas, también mueren muchos a causa de la delincuencia descontrolada, en parte producto del discurso populista que les justifica, y por otro, la gran corrupción e impunidad reinante en la quinta república, esto es una realidad que no se puede ocultar bajo ninguna cortina, esto es un hecho del día a día producido y creado en revolución.

¿No hemos tocado fondo o no queremos salir de él?, ¿cuál es la distancia que nos queda por recorrer para llegar al dichoso fondo?

Es inexplicable muchas veces la pasividad del ciudadano venezolano ante esta desgracia que impera en el día a día; hay protestas casi todos los días, sí, pero estas están sectorizadas por los intereses de los afectados, a los que dejan sin luz protestan para que les den luz, los que dejan sin agua protestan por su agua y tristemente esta es la dinámica y es que ¿será que esperan que colapse todo para que todos protesten al unísono? O es que no entendemos que la desgracia del vecino puede ser la nuestra. Mientras, un silencio sepulcral en la dirigencia política; qué esperan para tomar las acciones pertinentes y a la altura de las expectativas de los que quieren una vida mejor, no se puede dejar en manos del devenir el destino de una nación.

La comunidad internacional está alineada y arrinconando cada día más al régimen, están haciendo todo lo que deben hacer, pero falta la acción interna que fuerce el desenlace para el cambio que millones esperan.

Dónde están los líderes que puedan aglutinar la voluntad popular para salir de esto, dónde están los que guíen a la solución y estén a la altura del compromiso del cambio, que hagan y digan lo que se tiene que hacer y decir, es la hora.

Leopoldo López, preso de conciencia y forzado al silencio, hoy trabaja en el proyecto nación que debemos tener para ser #LaMejorVenezuela, ya nos ha dado pistas en su libro Venezuela energética y es que las ideas no pueden ser encarceladas ni silenciadas. Leopoldo también nos mostró el camino para lograr la Salida del régimen y es que se antepondrá el egoísmo de algunos por no darle la razón y que la vía para forzarlos es la calle.

¡Que hable la calle!

Fuerza y Fe.


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