Desde su salida al mercado en 2011, la novela erótica Cincuenta sombras de Grey se convirtió en un fenómeno mundial, siendo un libro que logró interés de audiencia, aunque principalmente fue el público femenino el que se sintió más atraído.  Escrita por la británica E.L. James,  la obra sigue la historia de amor, tensión sexual y sadomasoquismo entre un joven  millonario llamado Christian Grey y una estudiante de literatura, Anastasia Steele.

Él lo tiene todo, desde el dinero hasta la apariencia, pero le asusta el amor. Ella, una muchacha humilde y sin grandes pretensiones en la vida, llegará a enamorar y seducir a un hombre que parece ser inquebrantable, emocionalmente hablando.

Nacida como una trilogía,  no demoró mucho en ser llevada al cine y este viernes se estrena en Venezuela la tercera parte y final de la saga. Nuevamente con los actores Jamie Dornan y Dakota Johnson en los papeles de Grey y Steele, respectivamente. En la última entrega, la pareja contrae matrimonio, y buena parte de los primeros minutos de la película dirigida por James Foley se dedican a mostrar la idílica luna de miel que los Grey viven en Europa.

Noticias extrañas como un incendio en uno de los edificios del empresario, obligan a la pareja a regresar de urgencia a Seattle. Christian, sin dudarlo y haciendo uso de su poder económico, decide contratar a un séquito de guardias de seguridad para proteger a su familia: dos de ellos se encargarán de la integridad de Anastasia, a quien le parece un poco exagerada la decisión de su marido.

Ana, además, deberá lidiar con la obsesión él por controlar cada uno de sus movimientos estando casados. Steele intenta hacer una vida normal, pero al momento de desobedecerlo, Grey recurre a la pieza de juegos donde se encuentran los juguetes sexuales con los que la sodomiza. A ello se suma el inesperado embarazo que creará una pequeña crisis conyugal, pues en un acto muy egoísta, él no está listo para compartir a Anastasia con alguien más.

En otras palabras, el millonario y atractivo hombre que despertó fantasías en varias lectoras de los libros de James, siente que aún no está capacitado para ser padre porque le preocupa que la actividad sexual con su esposa no decaiga.

En este desenlace, Christian y Anastasia también se ven amenazados por Jack Hyde (Eric Johnson), antiguo jefe de esta y villano que logra solo un poco más de protagonismo. Él está dispuesto a lo que sea para recobrar su antigua vida como jefe de la editorial donde trabaja Ana. No obstante, la película dedica muy poco tiempo a desarrollar esta parte de la historia, la que podría haber hecho del argumento más dinámico y no cien por ciento ceñido a un romance sadomasoquista.


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