Otra lágrima por el Rey David

Mientras todos cruzamos los dedos por Omar Vizquel, mientras avanza el conteo de votos para decidir a los próximos integrantes del Salón de la Fama, no reparamos en que David Concepción tampoco entrará esta vez a Cooperstown, y que quizás nunca lo pueda hacer ya.

Vizquel es noticia desde que hace tres semanas quedó abierto el proceso de votación y los miembros de la Asociación de Cronistas de Beisbol empezaron a revelar el contenido de sus papeletas a través de las redes sociales. Casi disimuladamente pasó la noticia de que un mes antes se inició el camino para otra elección del Comité de Veteranos, la única vía que le queda al Rey David para lograr un sitio en el templo de los inmortales.

Concepción pasó 15 años en las papeletas, sin suerte. En 2011 fue considerado por el Comité de Veteranos y se quedó apenas a dos votos de distancia del anhelado pabellón. Volvió a ser sometido a la prueba en 2014 y retrocedió, al cerrar con 50 por ciento de apoyo.

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El otrora capitán de los Rojos es un caso ubicado en la frontera. Casi la mitad de los periodistas llegó a creer en algún momento que merecía la placa de bronce, pero se requiere 75 por ciento y nunca lo logró. Algunos de sus antiguos colegas le otorgan un sitial privilegiado. Johnny Bench ha afirmado que el aragüeño era “el pegamento que mantenía unida las piezas de la Máquina Roja” y Barry Larkin, su heredero en Cincinnati, integrante del Salón de la Fama como Bench, ha hecho campaña por la entronización de quien fuera su mentor.

Una muestra de la grandeza del nativo de Ocumare de la Costa está en que 14 de los 16 ex peloteros a quienes tocó votar en las dos elecciones de Concepción en el Comité de Veteranos lo hicieron por él, sin dudar. Pero ninguno de los ejecutivos, periodistas y estadísticos que completan el universo de votantes le dio el respaldo que le faltó.

¿Merece acompañar algún día a Luis Aparicio? Es debatible. En esta columna y otros espacios hemos sostenido dos premisas en su favor: así como los mejores bates están en Cooperstown, algunos sin guante, del mismo modo deberían estar los mejores defensores, aunque su ofensiva fuera discreta; y al mismo tiempo, si los mejores jugadores de cada época tendrían que ser entronizados, hay que entronizar al mejor shortstop de aquellos tiempos en que los escarlatas dominaron.

Números nada impresionantes con el madero, aunque superiores a los torpederos de su tiempo, y la sombra de Ozzie Smith eclipsaron al Rey. Así son las cosas. En las democracias deciden las mayorías. Lo único civilizado es respetarlo.

Los candidatos esta vez fueron Steve Garvey, Tommy John, Don Mattingly, Marvin Miller, Jack Morris, Dale Murphy, Dave Parker, Ted Simmons, Luis Tiant y Alan Trammell. Hay varios allí que merecen tanto como Concepción. John, Miller, Murphy, quizás Morris y Parker, sin duda Tiant y, ¿por qué no?, Trammell, otro torpedero, que mandó en la Americana por casi dos décadas, con mejor madero que el nuestro y un guante algo inferior.

Quizás la suerte del estadounidense decida la del criollo. O tal vez ya no haya otra oportunidad para el astro de Aragua. Aunque hay casos de jugadores que salen y regresan al Comité de Veteranos, no es una buena señal que le dejaran fuera a priori esta vez. Por eso cae esta nueva lágrima por el Rey David.

@IgnacioSerrano

www.elemergente.com

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