Caribes de Anzoátegui estaba medio ciego cuando llegó el amanecer del martes. Por un ojo podía ver claramente su destino. En el horizonte le esperaban las semifinales de la Serie del Caribe, en Guadalajara. Eso ya era un hecho. Pero la otra pupila estaba nublada, imposibilitada de detallar al rival que lo acompañará a la lid por un puesto al encuentro final. 

No quedó más remedio que aguardar hasta el final de la fase de grupos y saber si la sombra adversaria era Criollos de Caguas de Puerto Rico, Águilas Cibaeñas de República Dominicana o Alazanes de Granma de Cuba. Tomateros de Culiacán estaba totalmente descartado; el equipo mexicano fue eliminado el lunes, antes del último día de la primera etapa.

Contra los tres conjuntos en la lista de posibles enemigos, los aborígenes tienen foja de 1-2 en el certamen. Perdieron contra los cubanos en la inauguración, le ganaron a los quisqueyanos en el segundo choque y fueron apaleados por los boricuas hace dos días.

Las bondades del Estadio Panamericano de Jalisco, poco mezquino con los bateadores, han convertido a los tres sospechosos en equipos muy similares. Cada uno posee promedios ofensivos más allá o cercanos a los .300. Sin embargo, existen sutiles diferencias si se revisan las profundidades. 

Caguas tiene bates con capacidad de dar extrabases y con un buen momento. El OPS (sumatoria de embasado y slugging) de .966 -antes de la jornada de ayer- revelaba el poder boricua, tanto como los cuatro cuadrangulares, los nueve dobles y las 21 carreras impulsadas. 

Omar López, manager de la tribu, no es necesario hacerle un manual descriptivo de los puertorriqueños. Sufrió los cuatro vuelacercas de Caguas y fue castigado con doce imparables más.

Cuba puede pavonearse como el mejor pitcheo en la primera ronda. Si bien la efectividad colectiva antillana estaba en 4.30, antes del partidos de ayer contra Puerto Rico, estaba por debajo de la medida del certamen: 5.68. Granma ya amarró el indómito pulso de los bates anzoatiguenses, a los que limitó a cuatro anotaciones con un buen trabajo de Lázaro Blanco.

Y luego está República Dominicana. Venezuela la vapuleó con 15 rayitas el sábado. El hecho, sin embargo, ocurrió antes del renacer de los rapaces que vencieron a Puerto Rico y Cuba, y evitaron que las representaciones de Quisqueya superarán las once derrotas al hilo.


Arriba el as. Así como el destino, Caribe también tenía claras dos cosas: que el margen de error en la nueva instancia no existe -pues todo será de vida o muerte- y que el derecho Daryl Thompson será el encargado de abrir el encuentro.

El estadounidense ha comandado la rotación oriental desde la ronda regular de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. No es casual que ha sido el iniciador del juego inaugural contra Cuba, una experiencia no muy grata para él: le dieron nueve incogibles en 4.1 capítulos y aceptó tres carreras limpias.

Thompson lanzó en la semifinal de la Serie del Caribe 2015. Trabajó 5.1 actos, toleró dos carreras y cinco hits a la toletería de los Vegueros de Pinar del Río. No pudo evitar la caída de Anzoátegui.    

LA CIFRA

7 cuadrangulares dio Caribes de Anzoátegui en la primera etapa de la competencia. El equipo dejó promedio colectivo de .357

EL DATO

Con la eliminación de Tomateros de Culiacán de México, Venezuela es el único país en ir a las semifinales desde 2014, cuando la Serie del Caribe comenzó a disputarse con cinco equipos.


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