Es verdad que los títulos son los que valen. No importa qué tan bueno pueda ser un equipo, si no es campeón nunca será catalogado como el mejor. Es una verdad universal. Si hay que ponerle coronas a los países que han participado en las últimas cinco series del Caribe, la cuestión sería así: dos para México, una para Cuba y otra para Puerto Rico. Venezuela y República Dominicana no poseen un cetro para entrar en el club.

Sin embargo, las representaciones de la LVBP han sido las más constantes desde que el clásico regional se disputa con cinco novenas en vez de cuatro. Navegantes del Magallanes, Águilas del Zulia, Tigres de Aragua y Caribes de Anzoátegui lograron 15 victorias en 19 encuentros disputados en la fase eliminatoria a partir de 2014. El conteo no incluye el juego de los aborígenes contra Criollos de Caguas de borinquen.

Venezuela junto a México, que está en la cuerda floja en la presente edición en Guadalajara, tras perder sus tres primeros compromisos, son las únicas naciones que siempre han estado presentes en las cuatro semifinales pasadas.

El país suramericano alargó la racha a cinco después de que Caribes superó 6 a 4 a Tomateros de Culiacán, la madrugada del lunes. No importa el resultado de ayer de los indígenas contra los puertorriqueños, ni tampoco la alteración que sufrirá la tabla de posiciones después de la jornada de hoy. Anzoátegui nunca podrá ser alcanzado por Culiacán; allí radica la clasificación venezolana.

Los dirigidos por Omar López se metieron en la pelea por el título de la serie a punta de batazos. Antes del encuentro de ayer, los paleadores sumaban 43 imparables y 25 carreras anotadas. Era tal la distancia con respecto a los demás conjuntos que el segundo equipo con más hits y rayitas era México con 29 y 12, respectivamente.

La posición definitiva que ocupará Anzoátegui en la tabla de la primera ronda se conocerá después de los dos encuentros de este martes, así como también se definirá al rival contra el que se medirá.

No ha sido suficiente. Aunque el dominio venezolano en la etapa regular ha sido evidente, el patrón de rendimiento también ha disminuido notablemente en las semifinales. De hecho, de cuatro oportunidades solo Tigres de Aragua, en 2016, logró llegar al juego final. Lo perdió 5 a 4 con Venados de Mazatlán.

“Esta vez vamos con el hambre de quedar campeones”, dijo el gerente general de la tribu poco antes de despegar a Guadalajara. “Queremos ganar el título que ya se nos hizo esquivo una vez”.

Es cierto. El propio Caribes ha sufrido el síndrome que ha atacado a los venezolanos desde 2014. Galopó la fase inicial de la Serie del Caribe 2015, pues terminó invicto en cuatro encuentros. Pero cayó estrepitosamente en las semifinales con Vegueros de Pinar del Río, escuadra cubana que luego se coronó.

LA CIFRA

15 victorias en 19 encuentros han logrado las representaciones venezolanas, desde 2014, en la primera etapa del torneo. El conteo no incluye el choque de ayer contra Criollos de Caguas.

EL DATO

René Reyes amaneció ayer como el mejor bateador de la Serie del Caribe en Jalisco. El jardinero lucía promedio de .571 por ocho imparables en 14 turnos legales. Ha participado en todos los juegos de Caribes de Anzoátegui.


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